viernes, enero 11, 2008

Notas de Enero

Mucho ha ocurrido desde mi último post. En aquella oportunidad, aproximadamente un mes antes del referéndum sobre la propuesta de reforma a la Constitución, hacía un enérgico llamado a la participación y en contra de la abstención. Creo que es conveniente, entonces, comenzar esta entrada hablando un poco sobre qué pasó en esa consulta.

VOTAMOS, ergo, ganamos
La celebración se escuchaba por doquier la madrugada del tres de diciembre...¡Ganamos! Sonrisas a granel y millones de ciudadanos que orgullosamente alzaban sus meñiques manchados de tinta morada fueron la norma en los días subsiguientes. A la par, las incrédulas miradas de quienes jamás pensaron que Tibisay "iba a permitir" la victoria del NO, como si la palabra de la presidenta del CNE valiese más que la de más de cuatro millones de venezolanos. Los abstencionistas, por su parte, no sabían qué hacer: el inmaculado Hermann Escarrá, patrón de la "dignidad" de los sectores abstencionistas y otrora paladín del chavismo radical, quedó completamente al ridículo en un ya famoso video publicado en Youtube en el cual alertaba que "en este momento se está consumando el fraude" momentos antes de anunciarse nuestra victoria; abstencionistas de a pie reflexionaban llenos de culpa y admitían el error; otros celebraban en las plazas y ante las cámaras un triunfo que -por antipático que suene- no era de ellos (más bien fue a pesar de ellos); otros más se afincaban en su cinismo petulante y afirmaban que "ahora sí" estabamos fregados, porque le habíamos dado una imagen de "demócrata" al Presidente de la República y que todo era una farsa para sacar a la gente a votar en las regionales y hacer el fraude. La actitud de estos últimos -a la que nos tienen acostumbrados- ya bordea lo psicótico.

Total, en las calles se sentía la alegría, parecía año nuevo adelantado y se respiraba Navidad. El deporte nacional (y no me refiero al béisbol) no podía faltar. Muchas fueron las bolas que corrieron entonces: que si Chávez tenía los nudillos destrozados producto de un ataque de cólera; que si ese triunfo fue de Baduel que "puso en los palitos" a la FAN; que si el Alto Mando militar le dijo a Chávez "o reconoces o te sacamos"..... etc. Pero hubo una en particular que resultó especialmente alarmante, a mi parecer. Se trata de la especie según la cual el NO habría ganado con un margen mucho mayor al reconocido por el organismo electoral, y que las cifras anunciadas se debían a una negociación perversa con los dudosos personeros de la oposición. Veamos esto más a fondo...

Ante esta última perla de la sabiduría popular, específicamente de esos que simultáneamente fungen de expertos en estadísticas, sociología, psiquiatría, ciencias militares y políticas, etc., mi reacción primera fue de perplejidad: "¡hasta ganando gritan fraude!" expresé. Por fin, luego de largos años de perjuicios, habíamos superado con la victoria el pecado original del falso "fraude" del Referéndum Revocatorio. Pero el daño que se hizo entonces fue tal, que aun hoy sentimos los coletazos.

Cierto, hubo una situación irregular en la sala de totalización del CNE al negársele el acceso a los testigos del NO, testigos que, por cierto, hicieron un buen trabajo defendiendo sus derechos. Pero de ahí a la creación de todo el mundo fantástico según el cual todo fue un "negoceo" hay mucho trecho. La primera pregunta para los sectores que alegan una supuesta negociación resulta obvia: ¿por qué carrizo quisiera alguien de la oposición a Chávez negociar para hacerle quedar mejor o "no tan mal" ante el país? No tengo respuestas porque la idea en sí me parece insólita y risible. Que Julio Borges es un "vendido", que Rosales lo es también y que Teodoro es un viejo zorro son las acusaciones viscerales con las cuales sustentan el argumento quienes pretenden escuchar, contra toda realidad, que el resultado fue 90% para el NO, 10% abstención y 0% para el SÍ. Bajo la lógica de estos ilustres habladores de gamelote, ¿se vendió Leopoldo López? (su joya de la corona y miembro, por cierto, del partido de Rosales), ¿es Yon Goicochea un traidor? ¿La Iglesia se vendió al diablo y Globovisión saltó la talanquera? A estos últimos personajes y sectores de la vida pública, opuestos todos al gobierno de Chávez, el sector radical ilusorio no los tocó ni con el pétalo de una rosa. Se centraron en Teodoro, en Borges y en Rosales, entre otros. ¿Por qué? Todos estaban allí, todos fueron testigos nacionales, incluso junto a queridísimas vedettes del abstencionismo hasta hace nada como Ramos Allup, Ledezma y Oscar Pérez.... Si huele a gato encerrado es porque lo hay, y lo analizaré en el próximo apartado, no sin antes culminar el presente con una afirmación "cajonérica" pero necesaria: no ganamos por osmosis, ni por intervención divina. Ganamos porque VOTAMOS, porque salimos a votar, no porque "Tibisay lo concedió", tampoco porque "Baduel se rebeló" ni porque "Fidel se lo recomendó". Rescatamos el valor del voto y lo debemos seguir cultivando...

El cancer por extirpar: la antipolítica
En las distintas manifestaciones que se llevaron a cabo previo a la realización de la consulta electoral, se observaban varias consignas y afiches. Uno de esos afiches llamó poderosamente mi atención. Era un afiche simple y sobrio, de letras negras sobre un fondo amarillo que claramente decía "ASÍ NO". En la parte inferior, el afiche llevaba el emblema del partido que los produjo: Primero Justicia. Muchos sabrán que PJ no es santo de mi devoción, y algunos otros sabrán incluso que fui candidato a Concejal en el municipio Baruta en una coalición independiente que hacía frente a la vez al chavismo y a la tolda aurinegra. Con el tiempo, sin embargo, PJ se ha convertido en un partido que, aunque ideológicamente distante a mis ideales, puedo calificar como un adversario político digno (algo así como lo que en sociología política se conoce como la oposición leal dentro de una comunidad política). Pero bueno, en definitiva esto no se trata de Primero Justicia sino meramente para ilustrar... sigamos. ¿Cuál es el rollo con el fulano afiche? Poco a poco comencé a observar que los afiches eran bastante populares entre marchistas y partidarios del NO en general. Los vi en universidades, en la calle, en manifestaciones. Y pronto me percaté de un detalle: los afiches permanecían intactos, salvo que la parte inferior, donde se encontraba el emblema de PJ, había sido arrancada por llevar la "raya" de un partido político (y más aún la del partido del "traidor" Borges, sin importar la inmensa contradicción que conlleva portar un afiche por el NO y decir que quien lo produce es un traidor).

¿Es un ataque a PJ? Mi impresión es definitivamente que no. Es un ataque a la política. Es la valoración de que la política es sucia y de que los políticos lo son también. Es la pretensión de una "pureza" ciudadana libre de los "demonios" de la política. Es la incapacidad para reconocer las bondades de quienes dedican su vida a lo público. Es, en este caso, el "amor" a la oposición pero el "odio" a quienes la encabezan. Es eso y mucho más.

Tras la publicación de los resultados electorales, la antipolítica afiló sus colmillos: "este no es un triunfo de los partidos", "esta victoria no pertenece a los políticos", "ahora que no vengan a tratar de que votemos por ellos", etc.... no soy brujo, pero puedo casi que asegurar que muchos de los que plantean estas insolencias ni siquiera votaron. Hay que decirlo, es justo decirlo, SÍ fue un triunfo de los partidos, que organizaron sus bases y colmaron de testigos y miembros de mesas los centros de votación en defensa del sufragio. SÍ fue una victoria de los políticos, que se echaron a los radicales encima cuando decidieron dejar de jugar a la fantasía y comenzar a ser POLÍTICOS en mayúsculas, reconociendo que la única vía era el realismo político, votar y organizarse. También fue un triunfo de los estudiantes, del "factor PODEMOS", del "fenómeno Baduel" y de múltiples factores. Pero los defensores de la genérica, insípida y fracasada "sociedad civil" (como se autodenomina aquí, no la sociedad civil como tal) no han cesado -y mi impresión es que no cesarán- en su agenda contra la política, contra los partidos y contra los políticos. Así trajeron a Chávez, así se babearon por los militares de Altamira y por Carmona, y así seguirán buscando alguna bota redentora -esta vez de derecha- que haga expeditamente lo que las "incómodas" banderas de la política, como la conciliación, el diálogo, la resolución consensuada, el espacio para todos, la discusión, la pluralidad, el estado de derecho y la separación de poderes, "no pueden hacer"... Con la política, me he dado cuenta, pasa como en los deportes: cuando el equipo gana, ganaron los jugadores; cuando el equipo pierde, es culpa del entrenador. Sólo que para la antipolítica venezolana, el entrenador pierde gane o no el equipo.

Y dale con la abstención: por las pestañas de un mosquito
A riesgo de sonar repetitivo, vuelvo con la abstención. ¿Por qué? Pues, porque la abstención volvió también. 44% de ausentismo hubo en las urnas el pasado Referéndum, es decir, casi la mitad de la gente no votó. La habilidad del chavismo planteó rápidamente que se trataba de chavistas que se dejaron confundir pero que prefirieron no votar antes de hacerlo en contra de su comandante. Los bobalicones de "este" lado se hicieron coro inmediatamente de semejante exageración. Lo cierto es que dentro de ese 44% seguramente hubo de todo: chavistas que no quisieron votar para no "traicionar" al Presidente, abstencionistas opositores en su obtusa determinación ya conocida por todos, los desinteresados de siempre que se fueron a la playa en "protesta política", y pare usted de contar. La verdad es que si bien todos vimos como abstencionistas conocidos y públicos iban cambiando su posición en torno a la última contienda electoral, muchísima gente no lo hizo y se quedó en casa.

Creo que es pertinente, no un regaño, pero sí una alarma: los abstencionistas casi-casi nos cuestan el futuro de la patria. No era una elección cualquiera y eso todos lo saben. Por culpa de los abstencionistas casi triunfa un proyecto autoritario de concentración del poder que serviría de sepulturero de la democracia venezolana. Por culpa de los abstencionistas es que el NO ganó por las pestañas de un mosquito y no por un margen mayor, esa es la realidad.

Hacia el futuro: las regionales.
Los resultados electorales de la jornada del dos de diciembre renovaron la fe en el voto y en la democracia. Acabaron con la impotencia de que "no se puede hacer nada" en contra de las pretensiones de este gobierno. Se derrumbó la imagen del "superchávez" que no podía ser derrotado. ¿Qué sigue? Las elecciones regionales de este año.

La antipolítica y sus albaceas harán todo lo posible por convencernos de que las elecciones de alcaldes y gobernadores no tienen sentido porque corresponden a "ambiciones personales y partidistas" y que no velan por el bien del país. Sólo vale recordar que el mismo argumento utilizaron cuando regalaron el país al chavismo años atrás, entregándole TODAS las gobernaciones menos dos, y todas las alcaldías salvo unas cuantas. Igual fue en la Asamblea Nacional...ahí sí ni el portero nos dejaron. A veces uno hasta se pregunta si no es que juegan para el lado rojo-rojito.

La realidad es que debemos seguir el impulso propiciado por la victoria del NO. Las elecciones de alcaldes y gobernadores deben servir para recuperar gobiernos eficientes y -también- para recuperar espacios políticos. De nuevo hago un llamado al realismo político y, esta vez, también a la sensibilidad ciudadana para que rescatemos posiciones que nos permitan vivir en ciudades que se disfruten, y no que se sobrevivan.

La tarea de los partidos y de los políticos ahora es clave y clara: la unidad. Pero esta vez una unidad sin chantajes, una unidad popular y de consenso. Pero sobre todo, una unidad de verdad, sin zancadillas y sin golpes bajos. De ser así, el grueso del país que se expresó el 2D estará muy bien representado para el año próximo.

En otros asuntos.... la FARCsa.
Cambiando de tema, está sobre el tapete la entrega de dos rehenes de las FARC al gobierno venezolano. Ya personeros internacionales habían criticado la posición "intransigente" de las FARC y del Presidente Uribe en el proceso, colocando en igualdad de condiciones al presidente electo y al grupo terrorista. 750 secuestrados quedan en poder de las FARC, sin contar las decenas de secuestrados venezolanos que sufren día a día. Las FARC pretenderán con la liberación de las muy bien maquilladas y peinadas rehenes una lavada de cara, pero les será imposible mientras su negocio siga siendo la muerte y la maldad.

Hoy el Presidente Chávez llamó a reconocer a las FARC y al ELN como grupos "insurgentes" y a eliminar el calificativo de "terroristas". Pues Presidente, si camina como pato, y suena como pato, y se mueve como pato, es un pato. Las FARC y el ELN -también los paramilitares para que no se encrispen los izquierdosos que me puedan leer- son grupos terroristas. Punto. No tienen un proyecto político, ya parecen seguir más a Pablo Escobar que a Gaitán. Son criminales, expertos en el más terrible de los crímenes: el secuestro, una muerte en vida.

Los guerrilleros exigen zonas de despeje y demás. Es un asunto colombiano y de nadie más, pero daré mi opinión. Una zona de despeje no tiene sentido. Sería permitir la victoria del terror y de la ilegalidad. No puede regalársele parte del país a quienes no juegan limpio. ¿Por qué las FARC no dejan las armas y se constituyen en movimiento político? Chávez lo hizo, puede ser viable. No lo hacen porque no sacarían un voto. Por el contrario, sentirían el inmenso repudio de un país que ha logrado echar pa' lante con cuarenta años de guerra encima. Por cierto, me gustaría saber si Chávez calificaría de terroristas o de insurgentes a un hipotético grupo armado opositor en las llanuras de Apure o en los valles de Aragua...

Da lástima el papel de Hugo Chávez en todo esto. Pecan de ingenuos quienes pretenden ver su mano amiga de interlocutor humanitario. Lo que sí quedó confirmado es que Hugo Chávez posee vínculos muy fuertes con las guerrillas colombianas. Y más allá de eso, hay algo que resulta realmente desagradable: Hugo Chávez se ha convertido en un traficante de personas. Ese es el presidente que tenemos, y a ese es el presidente a quien nos oponemos férreamente.

Un comentario final: El año entrante viene lleno de inmensos retos para todos los venezolanos. Entre esos retos está el de reafirmar lo expresado en las urnas el pasado dos de diciembre. El Presidente Chávez se niega a aceptar que "no es no", y ya sacó al ruedo una propuesta de enmienda para permitir la reelección indefinida, con lo que manda al zipote a sus altisonantes "tres R". Así como en diciembre, los venezolanos estaremos atentos para decirle NO una y mil veces más.